La foto es de un canal que quedaba cerca de mi casa. Es común ver canales como éste en la ciudad de Tokio. Normalmente tienen un bajo caudal, con aguas cristalinas y patos bañándose. Pero en tiempos de un tifón, son la principal ayuda para que la ciudad no se inunde.
Siempre me impresionó lo rápido que las calles se secaban después de una lluvia torrencial. Ver algo inundado después de una lluvia era muy extraño, y fruto principalmente de los tifones que arrasan Japón en el verano.
Viví muchos tifones. La universidad enviaba una alerta a los correos indicando quedarse en la casa. La televisión transmitía en vivo un mapa que indicaba la posición del centro del tifón. Y la web japonesa que informa sobre temblores y todo tipo de catástrofes naturales, tenía un mapa que se iba actualizando con la ubicación del tifón, la velocidad de sus vientos y la cantidad de lluvia que habría.
Cuando había un tifón lo más sensato era quedarse en casa. Afuera habría mucha lluvia y viento como para poder sostener un paraguas. Mi casa tenía unas ventanas de fierro que se podían cerrar en estos casos. Sólo una vez las cerré, en el tifón más grande que recuerdo. El pequeño edificio se movía con el viento. Esa vez el canal sonaba como río caudaloso, y al término del paso del tifón estaba lleno hasta arriba.
Los tifones, las altas temperaturas y humedad, los mosquitos y las cigarras se deben tener en cuenta como parte del verano en Japón.