Ya les había contado en una publicación anterior sobre la cultura de las bicicletas en Japón. Pero esta foto sugiere un tema diferente y recurrente: las bicicletas abandonadas. Es común encontrar en las calles de Tokio bicicletas abandonadas y absorbidas por la naturaleza del lugar.
Uno podría imaginar mil historias sobre las razones que tuvo el dueño/a que abandonó a su bicicleta. La primera que pienso es “la persona se murió”, luego “la persona se enfermó”, o “se cambió de casa”, y así. Seguro algunas de estas razones son ciertas en algunos casos.
Pero resulta más creíble la hipótesis del abandono debido a que son bicicletas que sólo se utilizan para acortar las distancias entre el hogar y la estación de tren más cercana o desde la estación de tren de destino al trabajo. Entonces suelen ser bicicletas de las baratas (nunca vi una bicicleta eléctrica abandonada), y si por ejemplo la persona se cambia de trabajo o de casa, preferirá olvidar y dejar la bicicleta en la estación o en sus cercanías, en vez de invertir tiempo, esfuerzo físico o dinero en transportarla, pues no se pueden llevar en el tren. Por lo mismo los estacionamientos de bicicletas tienen su sector de cementerio con bicicletas abandonadas que se van eliminando cada cierto tiempo.
Cuando viví en Odaiba hacía eso, iba desde mi casa a la estación en bicicleta y pagaba un estacionamiento en la estación de tren. Aunque cuando me cambié de casa tuve suerte y no dejé mi bicicleta atrás.
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